¿En qué idioma habéis dicho que escribís?
Esta es la duda y el error más frecuente que tienen la gran mayoría de los negocios online de España sobre el idioma en los textos de sus webs
Esa duda y ese error bajan las ventas. Siempre
(Y esta carta cuenta la forma más sencilla de evitarlos)
Hola,
Me llamo César Escalona y lo primero que debes saber de mí es que no soy español.
De hecho nunca he estado en España.
Y, si eso supone un problema para ti, entonces puedes dejar de leer ahora mismo.
También debes saber que no soy ciudadano de la Unión, tampoco.
Y que soy tan tontolaba que en la única cosa en la que destaco es en escribir para que la gente lea y compre.
Aunque esa gente viva en Algeciras o en Zaragoza. O en el lugar más remoto de Teruel o de Las Palmas.
Siempre que puedan conectarse a internet o recibir una carta de las de toda la vida, existen grandes posibilidades que compren con lo que hago.
Es un oficio muy modesto y muy útil.
Llevo algún tiempo en ello. Ni por pasión ni pasteladas.
Nada personal, es un asunto estrictamente profesional: lo hago por la pasta.
Y, si también te interesa la pasta, si sigues leyendo esta carta puedes ver:
- Cuál es el error más grande que cometen montones de negocios online a la hora de bordar sus mensajes de ventas.
- Cuál es la duda que asalta a la mayoría de los negocios online españoles que está frenando sus ventas.
- Cómo corregir ese error, evitar esa duda y ganar.
Deja que te cuente:
Escucha.
Hace algunos años andaba con el asunto de la música y conocí a mucha gente que se dedicaba a muchas cuestiones curiosas.
Como cierta peña que vivía de hacer «voice overs». Vamos, locutores, narradores.
Todos eran gente muy peculiar, pero el más curioso de todos ellos era uno que se hacía llamar Sneaky Creed…
Era un escoses molón que ni William Wallace ni Duncan MacLeod Juntos.
Verás, los escoceses tienen un acento bastante… complicado, pero muy lioso, muy oscuro.
Tan turbio que a veces se confunden entre ellos en el Parlamento Británico y…
… la situación se vuelve tensa porque no logran entenderse con palabras.
Bueno.
El caso es que Sneaky este amigo del que te hablo sonaba más claro que los narradores de los documentales de la BBC…
Era como Morgan Freeman haciendo papel de Dios o como los tíos de los anuncios de la teletienda americana.
Vamos, sonaba así, porque justo eso era lo que hacía.
Una vez me dijo:
Hablo el inglés que se necesite, para anunciar lo que se necesite.
Vale, yo tomé prestada la idea y me apliqué el cuento a la escritura.
Aprendí a escribir en distintas formas del español. A tocar los distintos palos.
Para vender lo que sea, en el español que sea.
Venga.
No te voy a aburrir con los detalles:
Me embarqué en un largo y complejo viaje para incorporar a mi cabeza y a mi pulso las particularidades de la lengua de la península.
Y en el camino descubrí varias cosas, que mucha gente online ignora, como por ejemplo:
Que más allá de las palabras lo que hace que algo se lea español-español es cierta cadencia.
Cierto ritmo.
Vamos, que el asunto de escribir español de España castizo con solera es:
40% palabras y gramática y 60% enjundia
Y ese importante 60% no aparece en los libros.
Eso no se enseña en ningún vídeo de YouTube, en ningún curso online.
O naces con eso o lo pillas por las bravas.
A mí me tocó lo segundo.
Ahora, esto es algo que ya sabes:
El castellano es profundo, rico, complejo.
Es variado, colorido, con mil matices.
Lo que pasa es que cuando se trata de ventas, y este dato es importante:
En el 99.5% de los casos se escribe usando el castellano del Marca, del País, de las Pelis de Torrente.
En fin, la clase de lenguaje que usarías para hablar con los compis en la sobremesa, con un café.
Es así, todo lo demás es rizar el rizo.
Oye, lo que sigue te lo digo ni para fardar ni para darme jabón, enseguida verás el motivo:
He escrito textos en castellano para:
- Una campaña que debía sonar como del siglo XVI
- Vender ciertos equipos especiales a ciertos doctores
- Viajes
- Hoteles
- Formaciones en inversiones
- Máquinas para hostelería
- Equipos para buzos y para esquiadores
- Servicios de marketing
- Un montón de cosas, casas, casos…
Hasta para un proyecto que… bueno, implicaba gente con poca o ninguna ropa… si me entiendes.
Y de todos el único proyecto que supuso cierto tipo de esfuerzo distinto fue el texto que debía sonar como del siglo XVI…
… y lo resolví; hombre, castellano del siglo XVI que no veas.
Como decía un personaje de cierta novela: todo se aprende.
Por eso también descubrí otra cosa…
Es algo muy curioso…
En el mundo del marketing online se habla mucho de hacer las cosas bien.
- De hacer las cosas correctas
- De hacer las cosas con pasión
- De hacer las cosas adecuadas
Pero de lo que nunca se habla es de hacer las cosas naturales.
Es algo que se ve mucho en la comunicación, en los mensajes, en los textos de ventas:
La naturalidad desaparece por completo.
¿La razón?
Bueno, hay muchas.
Una de las razones es que los negocios quieren hacer las cosas bien, las cosas correctas, las cosas con pasión.
Y por eso se olvidan de un detalle vital para vender bien: están tratando con gente.
Con humanos mortales.
No con robots programados por la Real Academia o por Pepa Pig.
Claro, por eso muchos terminan llevándose unas collejas bestiales.
Mira.
Hay un ejercicio que hago con mis clientes que sirve para identificar a sus clientes, es un ejercicio muy bueno.
¿Y sabes lo qué pasa?
Que después de aplicar ese ejercicio un montón de veces con emprendedores y marcas de distintos sectores…
… nunca nadie ha sacado de ahí que su comprador potencial es un robot, un zombi o un marciano.
Nada, nunca, humanos todos.
Siempre.
(Para decepción de los cazadores de OVNIS).
Y todos esos humanos —sin importar su cargo, sus estudios o sus pasatiempos— con sus matices, claro, hablan como personas normales de aquí y ahora:
No como personaje del Barrio Sésamo pasado de hachís:
‘¡Fulanito! Venga que te estaba esperando para llevarte al siguiente nivel con mi training, profesioning, paraleling, CRO XYZ’
Es que, la verdad, nunca, nadie, ningún humano normal ha hablado así en la vida.
Y ese, precisamente ese, ese y no otro es el error más frecuente y letal que cometen montones de empresas cada día.
Además, a ese error se le suma una duda.
¿Cuál es la duda?
Vale, es una cuestión comprensible.
Entiendo que puede ser una duda legitima, es el asunto de:
El español autentico.
Escucha, los que piden textos en español de España se dividen en dos grupos:
- Los que creen que solo los nativos de su barrio pueden escribir para venderle a los de su barrio.
2. Los que creen que alguien nacido otro barrio, con entrenamiento, puede escribir para venderles a los nativos castellanos.
¿Quién tiene razón?
Fíjate, mi intención no es abrir un debate sobre quién tiene más razón.
Mi intención es más terrenal, menos elevada:
Es que puedas crear mensajes efectivos para que, quien los lea, se sienta identificado y compre.
Y ganes pasta.
Y ya.
Y te digo eso porque…
Bueno.
Porque sé de muchos dueños de negocios online de España que buscan a alguien que escriba como hablan en SU barrio y que…
… creen que solo los de SU barrio pueden hablar así… cosa que no es cierta.
Claro, claro hay que admitirlo “nunca será igual”.
(Sí, estoy poniéndole comillas a eso).
Pero también hay que admitir que…
… en contadas ocasiones tenemos en nuestro barrio a alguien tan tronco que en lo único en que es bueno es en escribir textos para que la gente lea y compre.
Y ese soy yo.
Entonces si te interesa el asunto de venderle a la gente humana que habla como persona normal y corriente (de tu barrio, o del mío o del barrio que sea).
P P.D.: Todo eso se aplica al contenido, a las cartas de ventas, a los emails, en fin, a cada aspecto de la comunicación de tu negocio.
Entonces me contactas por el enlace y hablamos tu caso.
Solo si tienes algo para vender y quieres que la gente lea y compre, si no, no pasa nada.
Un saludo.
César Escalona